Mucho antes de que existiera el automóvil, ya se experimentaba con la fuerza del vapor. La Eolípila de Herón de Alejandría fue un ingenioso invento romano que, aunque considerado un simple entretenimiento, puede verse como la auténtica prehistoria del motor.
En época Romana el ingeniero y matemático griego Herón o también llamando Garza de Alejandría (10-70 d.C.) construyó la primera máquina de vapor, de las que se tienen noticias, La Eolípila o máquina de vapor romana.
Los antiguos romanos la veían más como una diversión que como algo con valor práctico.
La Eolípila, el invento romano que anticipó al automóvil
El Eolípila consistía en una esfera hueca conectada a una caldera a la que se adaptaban dos tubos curvos gruesos. El interior de la caldera estaba lleno de agua, que se hacía hervir provocando que por los tubos subiera el vapor hasta la esfera.
El vapor salía por dos tubos estrechos acodados, haciendo girar la esfera muy rápido.

Realmente esta máquina nunca tuvo un fin práctico y se trataba más como un juguete con la finalidad de entretener a los niños de esa época.


