TPMS: qué es y cómo funciona la monitorización de presión de neumáticos

Los TPMS (Sistemas de Monitorización de Presión de Neumáticos) son clave para la seguridad y el buen rendimiento del coche. Permiten detectar pérdidas de presión que afectan al consumo, la frenada y la estabilidad, diferenciando entre sistemas directos y indirectos, cada uno con sus ventajas y limitaciones.

La importancia de que la presión que llevan en todo momento los neumáticos sea la correcta, es de vital importancia, ya que influye en el consumo, el desgaste irregular de los neumáticos, el calentamiento de los mismos, el paso por curva, el balanceo y en la distancia de frenado¡, tal como contamos en el artículo Guía práctica de Neumáticos: presión, desgaste y seguridad al volante.

Lo mejor y más seguro, es revisar las presiones semanalmente siempre en frío, pero como somos un poco «dejados» en este tema, los fabricantes incorporan unos avisadores de baja presión, con el fin de que nos indique una pérdida momentánea de presión, para que detectemos un posible pinchazo o simplemente para saber que presión llevamos en los neumáticos.

Sistemas de monitorización de presión en neumáticos

Existen dos sistemas principalmente, que nos avisan de la pérdida de presión: TPMS directo y TPMS indirecto. 

Fuente: Schrader TPMS Solutions

 

TPMS directo 

El TPMS directo se basa en un sensor colocado en cada rueda, que mide la presión de inflado y envía la información a una centralita, que ofrece el dato de presión desglosado por cada neumático, un dato total o simplemente avisa cuando la presión no es la que tiene programada.

Con este sistema, al cambiar los neumáticos o rotarlos, puede ser necesario volver a calibrar los sensores, para que sigan enviando datos correctos. Este sistema es mejor, más seguro y más caro.

TPMS indirecto

En el segundo caso, el TPMS indirecto, la presión se mide de forma indirecta, es decir, a partir de la velocidad de giro de cada rueda y de otros valores que se obtienen de forma externa. Por ejemplo, a partir de la diferencia de diámetro que presenta un neumático con poca presión, frente a otro con la presión correcta.

Como los vehículos llevan ABS y este sistema se basa en la lectura de las vueltas que da cada rueda (ver el artículo sobre ABS), en relación a las otras y a la velocidad que lleva el vehículo, un neumático desinflado, disminuye su radio y por lo tanto gira más deprisa que los otros.

Este sistema es menos preciso y normalmente solo salta el aviso cuando la diferencia de presión es de más de 0,5 bar. También es más barato. Por otra parte, no nos da los datos de presión de cada neumático.

Por lo que es importante saber qué tipo de sensores lleva nuestro vehículo.

Y por favor, recordad que comprobar regularmente las presiones de los neumáticos, salva vidas.

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